El tiempo no estructurado como el mejor test de proyección
Los tests de proyección tienen una larga historia dentro de la psicología. La idea básica es sencilla: las personas miran unas imágenes ambiguas, manchas de tinta, en el caso del test de Rorschach; fotografías de personas realizando actividades en el Test de Percepción Temática) y explican lo que ven. Se cree que lo que proyectamos en las imágenes dice algo sobre nuestra forma de ver el mundo; también dice algo sobre cómo organizamos nuestras percepciones y pensamientos.
En realidad, no necesitamos tarjetas para valorar a las personas de forma proyectiva. Cada vez que nos enfrentamos a una situación relativamente neutra o ambigua, tendemos a responder con nuestras necesidades, valores y sentimientos. Puede que el tiempo sea el mejor test de proyección de todos. ¿Qué es lo que hace la gente cuando no tiene nada que*necesite* hacer? El tiempo no estructurado no nos da pistas: tenemos que crear una actividad - y lo que creemos dice algo sobre quiénes somos.
Tras una larga semana laboral, sabía que tendría tiempo libre el sábado. La idea de relajarme durante un día nunca se me pasó por la cabeza. Sabía que mi hija (que tiene diagnosticado algún problema de aprendizaje) estaba teniendo problemas con un par de asignaturas en la universidad, por lo que conduje hasta su universidad y pasamos la tarde estudiando – igual que hacíamos cuando estaba en el instituto. Para otra persona, conducir dos horas tras una larga semana laboral y ponerse a hacer deberes habría resultado una carga muy poco atractiva. Para mí, fue divertido. Fue una oportunidad de estar ahí para alguien que me importa. No podría haber pasado el tiempo en un campo de golf o visitando a los vecinos; a mí eso me habría parecido frívolo.
En otras ocasiones recientes en las que no tenía nada que hacer, Margie y yo viajamos a sitios que no habíamos visitado nunca, incluyendo un barrio étnico en donde parecíamos ser los únicos hablantes de inglés como lengua materna. En otras ocasiones, me he pasado toda una mañana investigando nuevos indicadores de mercado y cómo interactúan con distintas estrategias de gestión del capital.
Lo que casi nunca hago en mi tiempo libre: ir a fiestas, ver la televisión, juntarnos con otras parejas, relajarme en casa o de vacaciones, trabajar en el jardín, nada artístico, practicar deportes por otro motivo que por mantenerme en forma física. Lo que hago a menudo: leer libros, investigar los mercados, escribir, viajar, salir a cenar en sitios nuevos/distintos, visitar a mis familiares, leer las noticias en internet.
Así que se hace una idea: el test del tiempo no estructurado o libre muestra que valoro la actividad intelectual e interpersonal que es más instrumental que expresiva y que se centra en las relaciones íntimas/cercanas más que en las meramente sociales. Si una actividad no tiene un objetivo o propósito y si no me acerca a alguien que me importe, me parece una pérdida de tiempo.
Otras personas, por supuesto, estructuran su tiempo libre de formas muy distintas y a lo mejor valoran la actividad expresiva y social (quedar con amigos, organizar las flores) y el puro relax (un día en la playa, ver la tele por la noche). Aquí no existe lo que está bien o lo que está mal, tan sólo un lienzo relativamente blanco que llenamos con lo que más valoramos.
El mayor lienzo en blanco es la jubilación. Estoy convencido de que cómo estructura alguien su jubilación es una de las mejores ventanas de su alma. Tras haberse independizado los hijos y haber terminado la carrera profesional, la jubilación hace que tengamos libre la mayor parte de nuestro tiempo. ¿Cómo utiliza la gente ese tiempo? ¿En actividades intelectualmente estimulantes? ¿En actividades productivas? ¿Para pasar tiempo con la familia? ¿Para viajar? Todo nos dice algo sobre quiénes somos y sobre cómo nos vemos el mundo y a nosotros mismos?
Una pareja de jubilados se muda a un área para disfrutar de un estilo de vida de club de campo; otra pareja se muda más cerca de sus hijos y nietos; otra pareja más se queda en su casa de toda la vida y monta una organización caritativa. Cuando llega la jubilación, cuando el tiempo no está estructurado por los estudios o el trabajo, la vida en sí se convierte en un gran test de proyección.
Así que si quiere conocer a alguien, no les pida que se describan a sí mismos, simplemente vea lo que hacen cuando no tienen que estar haciendo nada.
Y si quiere conocer a un trader, no le pida una auto-evaluación: simplemente vea lo que hace fuera de las horas de mercado.
Traducido del original: Unstructured Time as the Best Projective Test
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