La llamaban "Pitina", aunque su verdadero nombre era María Eugenia Encarnación Inmaculada Llanos de los Monteros y Sáenz de Villalpando, tenía 80 años y aunque era mediados de febrero, seguía luciendo un moreno perenne, que contrastaba con sus mechas. Le gustaba que el servicio le llamase Sra. Marquesa, titulo heredado de "papá", que habia sido ministro hacía ya la friolera de 60 años, cuando todavía existía una oligarquía dirigente. Nunca tuvo carrera, "mamá" creía que eso era para hombres y progres. Ella había sido educada para ser la "Señora" de la casa, y en el peor de los casos, si la niña salía rebelde, ser azafata de Ibería. Toqueteaba el piano, y lucía joyas como ninguna. Incluso de joven en un ataque de rebeldía habia fumado, eso si cigarrillo extrafinos muy acordes a su condición.
Se había casado a los 24 años, con un joven ingeniero Industrial, proveniente de la burguesía industrial. Era un chico guapo, inteligente, con ambiciones..... Formaban la pareja perfecta, unian el "rancio abolengo" con la "rica burguesía". A los dos años nació una deseada niña: Victoría Eugenia Brey Llanos de los Monteros ("la marquesita").
Los negocios de "papá" subieron como la espuma, la empresa industrial propiedad de la familia ganaba dinero a raudales gracias a las patentes que poseía y que le proporcionaba pingües "Royalties". El Marqués consorte murió tempranamente, cuando la Marquesa tenia 50 años.
La Marquesa se quedó triste, y nunca intentó "sustituir" a su marido. Se refugió en tomar té con sus amigas de toda la vida, seguir la educación de la Marquesita.... Todo ellos sostenido por las grandes cantidades de dinero que hacían aumentar la cartilla día a día.
Por otro lado la niña de la casa, habia salido algo rebelde. Sus padres, dando un toque de modernidad a su formación, habían querido que la niña estudiase derecho en Inglaterra. Allí la habían mandado, y ella en vez de estudiar, se habia dedicado a flirtear con drogas blandas, amistades dudosas y a dilapidar el dinero que cada mes le enviaba mamá. Habia decidido que los estudios burgueses no le interesaban y que quería vivir su vida con libertad. El mundo que sus padres idolatraban, se le mostraba injusto y reaccionario, ella prefería vivir de manera "alternativa". Compartía piso con una joven comunista y pasaba los dias fumando porros, pintando y componiendo poesía.
La Marquesa hacia años que veía que la cartilla de la caja de ahorros de siempre no crecía como antes, sino que poco a poco menguaba. El gestor de la riqueza de la familia de toda la vida, Gerardo García, le habia explicado que las patentes poco a poco iban siendo superadas por el estado de la técnica. Ella no entendía como podía ser, y para si pensaba: "Este mundo se ha vuelto loco, esto volverá a su cauce algun día.....". Pero por el momento no lo hacía, hacía ya 10 años había tenido que vender unas cuantas joyas, tanto familiares como regalos de su generoso ya difunto marido. Todo ello le permitía sostener su vida de cara a las apariencias, si bien solo ya contaba con una "chica de servicio". Seguía enviando dinero a la "niña de sus ojos", que ya rozaba los 40 años y vivía en un barrio bohemio de madrid en pecado con un violinista Polaco en paro.
La única chica de servicio que le quedaba, se llamaba Ana, tenía 50 años y 3 hijos. Su marido era fontanero y ambos habían venido al país procedentes de Brasil. Sus hijos iban a la universidad, y ayudaban a la economía familiar con trabajos esporádicos: vendiendo periódicos, cuidando niños, etc. Siempre habían sido buenos estudiantes y habían recibido becas por el bajo nivel de ingresos familiar.
La marquesa hacia meses que esquivaba pagar a Ana, aduciendo que no tenía tiempo de ir al banco. A su vez la "marquesita" bombardeaba a mamá con que le pasase su asignación, ya que ella no contaba con ingresos, ya que todo su tiempo lo dedicaba a manifestarse en favor de los mas desfavorecidos de la sociedad, y en época de crisis a nadie le interesaba contratar a un Polaco cuya única destreza era tocar hermosas piezas de música clásica.
Al borde del colapso, la marquesa pidió prestado a Ana, algo de dinero con la promesa de que se lo devolvería al dia siguiente............
El final lo dejo abierto a vuestro criterio........pero si sustituis Marquesa por "Italia", y Ana por "China"........ os encontrareis con que en la actualidad estamos aqui:
http://www.cotizalia.com/noticias/2011/italia-ayuda-china-compre-bonos-soberanos-20110913-73142.html
GAME OVER. INSERT COIN
Se había casado a los 24 años, con un joven ingeniero Industrial, proveniente de la burguesía industrial. Era un chico guapo, inteligente, con ambiciones..... Formaban la pareja perfecta, unian el "rancio abolengo" con la "rica burguesía". A los dos años nació una deseada niña: Victoría Eugenia Brey Llanos de los Monteros ("la marquesita").
Los negocios de "papá" subieron como la espuma, la empresa industrial propiedad de la familia ganaba dinero a raudales gracias a las patentes que poseía y que le proporcionaba pingües "Royalties". El Marqués consorte murió tempranamente, cuando la Marquesa tenia 50 años.
La Marquesa se quedó triste, y nunca intentó "sustituir" a su marido. Se refugió en tomar té con sus amigas de toda la vida, seguir la educación de la Marquesita.... Todo ellos sostenido por las grandes cantidades de dinero que hacían aumentar la cartilla día a día.
Por otro lado la niña de la casa, habia salido algo rebelde. Sus padres, dando un toque de modernidad a su formación, habían querido que la niña estudiase derecho en Inglaterra. Allí la habían mandado, y ella en vez de estudiar, se habia dedicado a flirtear con drogas blandas, amistades dudosas y a dilapidar el dinero que cada mes le enviaba mamá. Habia decidido que los estudios burgueses no le interesaban y que quería vivir su vida con libertad. El mundo que sus padres idolatraban, se le mostraba injusto y reaccionario, ella prefería vivir de manera "alternativa". Compartía piso con una joven comunista y pasaba los dias fumando porros, pintando y componiendo poesía.
La Marquesa hacia años que veía que la cartilla de la caja de ahorros de siempre no crecía como antes, sino que poco a poco menguaba. El gestor de la riqueza de la familia de toda la vida, Gerardo García, le habia explicado que las patentes poco a poco iban siendo superadas por el estado de la técnica. Ella no entendía como podía ser, y para si pensaba: "Este mundo se ha vuelto loco, esto volverá a su cauce algun día.....". Pero por el momento no lo hacía, hacía ya 10 años había tenido que vender unas cuantas joyas, tanto familiares como regalos de su generoso ya difunto marido. Todo ello le permitía sostener su vida de cara a las apariencias, si bien solo ya contaba con una "chica de servicio". Seguía enviando dinero a la "niña de sus ojos", que ya rozaba los 40 años y vivía en un barrio bohemio de madrid en pecado con un violinista Polaco en paro.
La única chica de servicio que le quedaba, se llamaba Ana, tenía 50 años y 3 hijos. Su marido era fontanero y ambos habían venido al país procedentes de Brasil. Sus hijos iban a la universidad, y ayudaban a la economía familiar con trabajos esporádicos: vendiendo periódicos, cuidando niños, etc. Siempre habían sido buenos estudiantes y habían recibido becas por el bajo nivel de ingresos familiar.
La marquesa hacia meses que esquivaba pagar a Ana, aduciendo que no tenía tiempo de ir al banco. A su vez la "marquesita" bombardeaba a mamá con que le pasase su asignación, ya que ella no contaba con ingresos, ya que todo su tiempo lo dedicaba a manifestarse en favor de los mas desfavorecidos de la sociedad, y en época de crisis a nadie le interesaba contratar a un Polaco cuya única destreza era tocar hermosas piezas de música clásica.
Al borde del colapso, la marquesa pidió prestado a Ana, algo de dinero con la promesa de que se lo devolvería al dia siguiente............
El final lo dejo abierto a vuestro criterio........pero si sustituis Marquesa por "Italia", y Ana por "China"........ os encontrareis con que en la actualidad estamos aqui:
http://www.cotizalia.com/noticias/2011/italia-ayuda-china-compre-bonos-soberanos-20110913-73142.html
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