Quiero proponeros un juego.....y es preguntaros que pasaria si un pais (podria ser Grecia, Irlanda, Canadá....) unilateralmente, declarese que su moneda (supongamos que es propia y no compartida) decide anclarla al oro y dar un cambio fijo en el metal amarillo......
Lo que yo creo que pasaria a nivel económico seria:
a. Al ser el único país que no participa en la "devaluacion competitiva" mundial, se convertiría de facto en la divisa de reserva mundial....no sería de la noche a la mañana, pero si poco a poco.
b. Se convertiría en una pequeña o gran "Suiza" con respecto a ser un lugar seguro para los capitales internacionales.
c. Recibiría cantidades inmensas de ahorros, que podrían financiar su país incluso si se aboliese en sus bancos la "reserva fraccionario", esto es, que solo se podría prestar el dinero que estuviese en depositos y no en cuentas a la vista.
d. En el largo plazo se produciria un envilecimiento cada vez mayor del resto de monedas, esto haria que poco a poco mas paises se indexaran al patron Oro.
e. Las monedas (y la deuda emitida en ellas) perderian la confianza mundial y los paises que no optaran por este "anclaje" se arruinarian literalmente.
A nivel politico ¿Que pasaría?:
a. No se con que excusa, pero si a algún pais se le ocurriese esta idea, sería inmediatamente invadido por los paises que mas en peligro pusiesen....USA, China, etc...
b. Las excusas para invadir y eliminar esa idea serian multiples: Tacharlos de genocidas, proliferaciones nucleares, Narcotraficantes, terroristas.... etc.
Creo que tarde o temprano algún pais lo hará, y si lo consigue la expirar monetaria y la convulsión financiera sería enorme.....pero creo que sería la salida de la crisis definitiva..... Es curiosa esta teoría porque el país que lo instaurase no tendria que ser ni siquiera de tamaño mediano, podría ser pequeño. Pero creo que al final el que creo que hará esta medida será un pais susceptible de no poder ser intervenido, se me vienen nombres a la cabeza: Rusia, Brasil.....
¿Que opinais?
GAME OVER.INSERT COIN.
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